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Mientras miraba la Luna pensé...

Se marcharon

Ya hace días de ello, demasiados días, pero no he podido escribir antes porque estaba muy ocupada estudiando (puto colegio). Pero, por si fuera poco, no puedo arrepentirme de nada de lo que hice: Conseguí escaparme, sí, conseguí escaparme junto a él sileciosamente, con miedo, con inseguridad, con desconfianza, hasta en mí misma. No pude creer lo que estaba haciendo, yo que a medias había dado mi "palabra"... pero las cosas suceden así y no se puede remediar hacerlas. Me hubiese gustado darle un beso más cuando nos despedimos, pero sabía demasiado bien que después de ese beso iría otro, y otro, y otro... y me quedaría con él hasta altas horas de la noche con tal de no alejarme de su cuerpo, de su ser, pero ese momento no sería eterno, sino efímero.
Nos hicimos fotos, varias fotos, pero todas las borré por miedo, y una de las veces fotografié sus ojos del color del mar al atardecer, ¡tan tiernos! Ralmente todo de él era tierno, no sólo sus ojos. Así, fuimos a la pizzería donde me escribió en un papel Ich liebe dich. Nos despedimos por último a la salida de un restaurante muy pijo donde estuvieron tomando algo. No sé cómo describir ese momento porque, para empezar, no quería irme de allí. Nos abrazábamos, nos besábamos... sin creerme que ya había llegado el día en que nuestros cuerpos se separarían sin tener la esperanza de volvernos a ver.

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